Cuando hablamos de aceite ozonizado, hablamos por tanto de la acción biológica de los ozónidos que, en contacto con la piel y con los tejidos subyacentes, entran rápidamente en acción creando una serie de efectos comprobables:
- Alta actividad germicida sobre hongos, levaduras, virus y bacterias.
- Reactivación de la microcirculación sanguínea.
- Estimulación de la granulación y crecimiento tisular.
- Acción antiinflamatoria y analgésica.
- Revitalización de los tejidos epiteliales.
La aplicación local de aceites ozonizados produce resultados comparables a los tratamientos de ozonoterapia gaseosa en muchas patologías, aunque en ocasiones los tiempos de tratamiento son más prolongados.